I
No hay cosa que más me guste, que el crujir de una candela
Que el crujir de una candela,
no hay cosa que más me guste,
que el crujir de una candela,
no hay cosa que más me guste,
que el crujir de una candela.
Que el crujir de una candela,
y tambien que me despierte,
un fandanguillo por huelva,
entre aromas de pinares,
con mi hermandad rociera.
De toíta esas cosas, madre,
lo que más me gusta a mí,
ay, lo que más me gusta a mí,
Es verte lunes de gentío,
entre almonteños salir.
II
No hay cosa que más me guste, que un tamboril tempranero
Que un tamboril tempranero,
no hay cosa que más me guste,
que un tamboril tempranero,
no hay cosa que más me guste,
que un tamboril tempranero.
Un tamboril tempranero,
desprendiendo melodías,
y a todos los rocieros,
a los pies de mi carreta,
del Simpecao polvoriento.
De toíta esas cosas, madre,
lo que más me gusta a mí,
ay, lo que más me gusta a mí,
Es verte lunes de gentío,
entre almonteños salir.
III
No hay cosa que más me guste, que una mata de romero
Que una matita’ romero,
no hay cosa que más me guste,
que una mata de romero,
no hay cosa que más me guste,
que una mata de romero.
Que una mata de romero,
de esas que nacen en la arena,
del camino rociero,
con perfume a primavera,
pa’ la pastora que quiero.
De toíta esas cosas, madre,
lo que más me gusta a mí,
ay, lo que más me gusta a mí,
Es verte lunes de gentío,
entre almonteños salir.
IV
No hay cosa que más me guste, cuando Huelva viene entrando
Cuando Huelva viene entrando,
no hay cosa que más me guste,
cuando Huelva viene entrando,
no hay cosa que más me guste,
cuando Huelva viene entrando.
Cuando Huelva viene entrando,
ver llegar al Simpecao,
y a la gente que va andando,
agarrao a su medalla,
mientras que le van rezando.
De toíta esas cosas, madre,
lo que más me gusta a mí,
ay, lo que más me gusta a mí,
Es verte lunes de gentío,
entre almonteños salir.